En esta entrada, voy a hablar sobre la visita que hicimos al Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla.
El origen del Fondo Antiguo nace de la donación de Maese Rodrigo para el colegio Santa María de Jesús. A parte de las aportaciones de los colegiales, también hay que nombrar la incorporación de la biblioteca Cardenal Luis Belluga.
En el año 1767, cuando el colegio y la universidad circulan por caminos diferentes, se incorporan las bibliotecas jesuitas. También se produjeron las donaciones de muchas bibliotecas particulares y las de las bibliotecas de los conventos clausurados por el Decreto de Desamortización de Mendizábal en el Siglo XIX.
El Fondo Antiguo, cuenta con más de mil manuscritos, aproximadamente ocho mil libros del Siglo XVI y treinta mil volúmenes de los Siglos XVII al XIX. Se puede decir, que cuenta con una de las colecciones bibliográficas más importantes de España.
La obra más preciada de toda la colección es la Biblia de Gutemberg de 1454 ( Maguncia, Alemania).
Sin duda alguna, me llamó mucho la atención el edificio, del Siglo XVIII y la historia que desconocía, sobre que en su pasado fue la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, cuando España mantenía el monopolio de los tabacos que eran transportados desde América y desde aquí se exportaban al resto de Europa.
En la visita, nos mostraron numerosos libros, algunos de ellos incunables ( impresos antes del 1500). La bibliotecaria, nos mostró y explicó todos los detalles de los libros, como su encuadernación, todos los grabados que contenían y la decoración de cada inicio de capítulo. Algunos de estos libros, contenían frases ocultas y otros incluso páginas enteras. Esto se debía a la Inquisición.
También pudimos ver algunos libros que estaban afectados por la acción de ciertos insectos como el pececillo de plata.
Algunos libros habían sido arreglados por sus pésimas condiciones. Por este motivo, gran parte de la colección se encuentra digitalizada, para evitar su deterioro y de esta forma conservarlos a lo largo del tiempo.
Es muy curioso también la forma en la que se tratan los libros, ya que con tan solo ver que utilizan guantes para tocarlos, nos demuestra que son obras de muy preciado valor. También utilizan guantes porque se pueden transmitir hongos u otras enfermedades al tocarlos.
Para poner fin a esta entrada, diré que me ha gustado mucho visitar el Fondo Antiguo, cosa que no había hecho nunca. Con esta visita he aprendido mucho sobre cosas que antes desconocía y sobretodo, darme cuenta de la gran labor que realizan algunas personas para preservar estos libros.
Bibliografía
http://bib.us.es/fondo_antiguo
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